“Carnaval alegre quien inventaría”” ¡El Tata Babia en su !chichería”!
Esta graciosa copla popular se cantaba en los carnavales de antes. Como siempre hemos sido un pueblo aficionado a las fiestas, estas también tuvieron su época de oro en las fiestas de carnavales por lo tanto la juventud entusiasta de los recuerdos, se preparaba con un mes de anticipación, era de ver como se organizaban, nombrando un capitán, secretario, tesorero y otros que hacían los trabajos de imprenta, selección de reinas, invitados, etc... etc...
Con debido esmero recolectaban las cuotas sobre la base de un presupuesto aprobado por todos, el cual contemplaba la contratación de una orquesta, pero, por si acaso, cada comparsa tenía que tener un pianista, encargado de amenizar la fiesta cuando descansaban los músicos y obviamente una “banda” para las caravanas en camión y para la “entrada del domingo”
v El honor más grande para una chica de los tiempos de oro, era el ser elegida como Reina de la Comparsa, para esto y como uno de los atributos que adornarían a la soberana era significativo el hecho de que “ella tenga una casa con mucho espacio y grandes salones” ¡para bailar pues…hasta caer muertos!
Las invitaciones a las señoritas se escribían con letra en versos:
v “Quienes escriben esta invitación Lo hacen con desesperación Si no aceptas ser nuestra Madrina Nos dejaras sin alternativa Y esperaremos la muerte… Como destino de nuestra suerte”
Era costumbre para los jóvenes que conformaban la comparsa citar a sus componentes por la prensa, anunciando en ella, cada uno de los detalles del festejo carnavalero.
También se invitaban a otras señoritas amigas de los componentes para así llevar a sus parejas y amigas.
En las casas de las madrinas los padres preparaban los salones la mesa del comedor era un festín “boca que quieres”: Pucheros, humintas, plato paceño, confites, frutas de la estación, lechones. “Era sabido” que los integrantes de las comparsas eran “Jóvenes Conocidos” y no habrían de cometer algún desmande. Las chicas preparaban cartuchos de harina en papel “cometa”, los amontonaban para la llegada de la comparsa no faltaban los “cascarones: llenos de agua perfumada y los famosos chisguetes de éter importados.
Previa inscripción de la comparsa en la Intendencia Municipal, el domingo de Carnaval las comparsas más lindas entraban caminando para lucir la belleza de sus disfraces con un estandarte que indicaba el nombre del grupo:
v “Los Saca Picas”, “Los Caballeros de Ultratumba”, “Los Chicatos”, “Los Solteros sin Compromiso”, “Los Fugitivos del Amor”, “Los Otarios”, “Los Marineros de Agua Dulce”, los famosos “Gladiadores” los “Piratas ayyy que Pena” “los Caballeros de la Mesa Redonda que en un Carnaval motivados de entusiasmo entraron en caballos causando una verdadera sensacion!
Los entusiastas jóvenes era precedidos por una multitud de pepinos en oleadas multicolores, ellos se han caracterizado por ser el personaje tradicional y muy querido del carnaval paceño!
“¡¡Chauchita!! ¡¡Chauchita!! El pepino el chorizo, era el grito popular de los gualaychos quienes seguían en patota a los pepinos, contemplando las monedas que este personaje mostraba en la mano y las cuales arrojaba para que los chicos las busquen en el suelo, cayendo estas en montonera momento en el cual el pepino mañudo blandía su arma contundente, un chorizo de media vara embutido de arena y aserrín, que hacia restallar sobre el lomo y las costillas de los muchachos al mismo tiempo que ellos gritaban “pepino chorizo sin calzón”
La presentación del pepino es un misterio, no se sabe cuando nació y ni a quien representa. Muchos historiadores concuerdan en que es el recuerdo del arlequín europeo, sin embargo aquí creemos que es el mozo que quiere hacer de las suyas y por eso se oculta. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que es el dueño y el Rey del Carnaval. Llego un día a la ciudad de La Paz con su famosos chorizo, el mismo que después fue reemplazado por una “matasuegra”, nadie sale invicto de sus golpes, los cuales son festejador por la multitud en algazara y contento. El pepino azota a quien le da la gana, ya sea a la cholita coqueta, a sus conocidos y si puede al mismísimo alcalde que preside el jurado de la “Entrada”
Pasada la “Entrada” y con los ánimos encendidos y la alegría burbujeante continuaban las comparsas su embriagante festejo carnavalero, visitando a sus madrinas el resto del domingo y los días subsiguientes, el capitán anunciaba su llegada desde lejos con un pito y al grito de: “fuego graneado a los balcones”!! todos sacaban sus cartuchos de harina y allí empezaba la batalla, toneladas de harina sacrificadas en aras del festejo público. Luego de este bullicioso comienzo los muchachos entraban a la casa de la Reina, siendo recibidos por los padres de la familia quien les daba la bienvenida y les pedía que identificaran a la comparsa, hecho esto salía la Reina entre los vítores de todos
¡Viva nuestra Reina!
En ese momento se iniciaba la guerra de harina, cascarones, perfumes, agua de Florida, Atkinsons, Maja, Maderas de Oriente y Agua de Laman y Kempf, lazos de amor para las señoritas y las invitadas.
Concluido este juego los miembros de la comparsa ingresaban a los salones y comenzaba el baile hasta la hora convenida para visitar a otra reina. Así continuaba el domingo de carnavales de casa en casa bailando, los carnavaleros comían, bebían y el amor los consumía, hasta el amanecer del otro día.
El Martes de Carnaval, como sigue aun siendo una costumbre en nuestra ciudad, todo el mundo procede a la “challa” de lo mucho o poco que tiene, ese día el plato tradicional por excelencia es EL LECHON con “phuti” papas, ocas, camotes y yucas al horno… Mejor si es un horno tradicional o que importa un horno eléctrico, la cosa es que hay que tomar mucha cerveza, invitar a la “Pachamama”, que mejor que unos coctelitos de tumbo, o unos yungueños. El Día de la Challa, los artesanos “challan” sus talleres, los obreros sus máquinas, los tenderos sus tiendas, las vendedoras de los mercados se dan a la fiesta, todo está cubierto de serpentina y mixtura y Dios nos salve de los cohetillos y camaretas que están tan populares hoy en día.
El Carnaval más alegre y sonado de todos los tiempos fue el Carnaval del año 1952 donde a la “Entrada” asistieron veinte y cinco mil pepinos bailando en oleadas multicolores al compás del taquirari “SIEMPRE” el cual los movimientistas lo adoptaron como himno, cambiándole la letra obviamente, la que inicialmente decía:
“CHOLITA PACENA FLOR DEL CARNAVAL DE TODAS LAS FLORES ERES LA MEJOR”
La juventud del MNR le puso “Viva el Movimiento..Gloria Villarroel y a Paz Estensoro le espera el poder..” Con el tiempo han habido variantes muchas irónicas por supuesto tratándose de un partido político.
Otra de las grandes, enormes! Entradas Carnavaleras que se presentaron durante nuestra historia fue la del año 1981. El régimen militar de Garcia Mesa puso al Alcalde Raúl Salmón de la Barra bajo “pena de muerte” en figurillas, las órdenes eran de “presentar el carnaval más memorable del mundo, a fin de tranquilizar los ánimos furiosos de los bolivianos… fue así que Raúl Salmón, un hombre apreciado y muy querido se vio en figurillas pero ese año presento una entrada de pepinos tan fastuosa, tan bella que quedara en los anales de la historia…en esta “Entrada” participaron todos, era como si el pueblo se hubiera puesto en perfecta sintonía para colaborar con la Alcaldía, los grupos juveniles, los clubs, los barrios, las agrupaciones.. Todos dijeron presentes! Y allí estuvimos todos!! Muchos hermosos carnavales vivimos más como dicen que todo tiempo fue mejor, creo que nuestros abuelos se llevan la flor pues hicieron gala de ingenio, donaire y prestancia, algo que ahora es desconocido.
FELIZ SEMANA DE CARNAVAL
Isabel Velasco
Fotos gentileza de “FOTOS ANTIGUAS DE LA PAZ”
Que lindo articulo! Felicidades
ResponderEliminarSeñora me gustan mucho sus articulos y puedo comentar sin ningun problema. Salud y Feliz Carnaval!
ResponderEliminarExcelente reminiscencia !!! Felicitaciones y Feliz Carnaval !!!
ResponderEliminarEntrañables recuerdos Isabel. Qué gente tan linda pobló nuestra ciudad. Gracias por rescatar esas sensaciones carnavaleras.
ResponderEliminarMe encanto Mabelita querida
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