12 de febrero de 2015

¡ESOS BAILES DEL RECUERDO EN LA PAZ!





Si algo merece mención en los recuerdos de los Carnavales, como parte de la diversión de los paceños de antaño, son los Bailes del 40 y del 50 en los clubes y salones públicos de nuestra ciudad.

El año 1945 se dio la nota excepcional, la más emotiva y significativa, la cual estableció la incorporación de los valores nacionales también en las diversiones citadinas, época en que la música nacional se consagro en el ámbito social como música popular. Ese año las tonadas vernaculares tomaron carta de ciudadanía como expresión de nuestro espíritu propio, como exterioracion del alma nacional, que fuera relegada por la incomprensión o por el esnobismo de unos pocos. Desde ese entonces los salones se llenaron con el aire melodioso de nuestra música, el ritmo de los huayños, carnavalitos, taquiraris, cuecas y pasacalles, vidalitas y mecapaqueñas, Todos alegres y contagiosos hicieron vibrar de entusiasmo a propios y extraños.

Ese mismo año ocurrió algo significativo, el gringo Ivika Krsul abrió las puertas del “Gran Salón de Bailes Yugoslavia”, según comentarios de la época “el Music Hall más grande de Sud América”, con una superficie de mil metros cuadrados con capacidad para mil personas, estaba decorado suntuosamente por los famosos artistas Ciclón y Luca Di San Telmo, experto argentino traído expresamente desde buenos Aires para esa ocasión, evidentemente se trato de hacer una obra de magnitud ya que contaba con un restaurant ubicado en los subterráneos del edificio, donde se ofrecía a los visitantes lo mejor en cocina internacional, además de una selección de bebidas extranjeras muy variadas, entre las cuales la mas preferida y popular fue la cerveza que se bebía en grandes cantidades.

El Salón de Bailes Yugoslavia, que no es otro que el FANTASIO, lleno las expectativas de toda la juventud carnavalera de la ciudad, para el día de su estreno circularon invitaciones especiales, las que fueron enviadas a lo más selecto y distinguido de la ciudad de entonces, dando cabida a las comparsas más elegantes, como “Los Emperadores”, ‘Los Piratas Ayy que Triste!” “Los Black Cats”, “Los Aerodinámicos”, “Los legionarios del Sahara”, “Los Esclavos del Amor”, “Los Caballeros de la Espada”, “Las Guaguas de Don Camacho”, “Los Cosacos del Volga”, “Los Tribunos del Cesar”, “Los Gentleman”, “Los Bomberos”, “Los Pibes” y muchos más.

Hay que reconocer que los jóvenes de antes si tenían imaginación y cuando les tocaba divertirse, se olvidaban de la política y daban rienda suelta a su desbordante entusiasmo.

En el gran acontecimiento en el Yugoslavia, amenizaban el baile tres orquestas: “La América Jazz” con un repertorio excelente de foxs, congas, rumbas y guarachas, la “Típica Porteña”, la cual trajo los últimos tangos y milongas y la “Típica Jazz de los Hermanos Molina” con cuecas, taquiraris, bailecitos y rancheras, alternando una tras otra ante el entusiasmo desbordante de los asistentes, quienes durante toda la noche fueron agasajados con grandes cantidades de cotillón, a medida que las parejas bailaban, mixtura y serpentina caían del techo en forma continua e ininterrumpida.

“En los Carnavales yo te conocí...” “Desde que te conocí, te hiciste dueña de mi..yo no te ofrezco riquezas viday…solo el amor que te di…”Fue al compas de estos candombes, huaynos, tangos y guarachas que esa juventud de los cuarenta y cincuenta bailo, amo y lloro. El Fantasio, así conocido posteriormente hizo vibrar el Carnaval Paceño, como hasta ahora lo hace, siendo una tradición en la ciudad de La Paz.

Ese mismo año 45 se estreno la “Boite Utama”, conocida por sus noches de gala, era el centro de la gente elegante y alegre de La Paz, allí concurría lo más selecto de la sociedad, estrictamente de etiqueta o con trajes de fantasía, las señoras con trajes largos.

Al lado de esta “boite” estaba situado el “Grill Utama” donde se rendía culto al buen gourmet, la especialidad de la casa era el “Baby Beef”, se servían también los mejores vinos importados y champagne francés. En el Utama tocaba la inolvidable orquesta “Os Almirante Jonás”, estaba compuesta por un grupo de artistas brasileños llegados “ex profeso” para animar la inauguración del salón, amigables y populares pronto se ganaron el afecto del público.

Para entonces se había dictado la “Ordenanza Municipal” que decía: “El 50 por ciento de la música que se tocara en los bailes de ese año tendrá que ser nacional”

El gerente de la “Boite Utama” manifestó su desagrado y notifico a las autoridades del cierre de su local, porque según él: “en un ambiente de tanta distinción no se podía tocar esa música”…sin embargo al poco tiempo tuvo que reconocer su error y así fue el brasileño “Almirante Jonás” demostrando su talento aprendió a tocar pinquillo y no tuvo el menor inconveniente al estrenar el taquirari “Tiki Miniki”…con su cerrado acento extranjero, pero con mucha voluntad, dicen que cantaba:

“Teque Meneque...Teque Meneke… Me rice tu corazón”

El éxito fue rotundo, los habitúes estaban fascinados, Jonás mereció el aplauso del público y con todo entusiasmo desde esa noche en la “Boîte Utama” de lujo se comenzó a tocar música nacional, ante el beneplácito de todos los clientes.

En los mismos carnavales de mucha resonancia por su alegría y derroche, también se distinguió el Teatro Monje Campero, presentando a la orquesta del “Chapi” Luna y la Tipica y Jazz de Fermin Barrionuevo con su “chansonnier” Carlos Parra, la cual tocaba alternando con la “Metropolitan Jazz” y su recordado animador don Hugo Peláez Rioja.

Los bailes se transmitían por las radioemisoras de moda entre las que estaban Radio América, Radio Bolívar, Radio Abaroa, Radio Illimani y fue a los acordes de

“Ayyy Sargento …que tormento.. Pregúntame que he pasado Estando en tu regimiento”

O también la popular letra de este inolvidable huayño:

“Nunca te hicieron brotar una lagrima de amor Nunca te hicieron sentir el deseo de llorar..”

Que los paceños vibraron con la música nacional, dejando traslucir lo mas intimo de su ser boliviano.

Al recordar esos carnavales no podemos dejar de mencionar los bailes de la “Boite Embassy”, del Sucre Palace Hotel, El “Club Bancario”, El “Club Ferroviario”, “El Salón Palmar”, donde amenizaba la orquesta “Valle Villacorta”.

El Teatro Municipal también abrió sus puertas y una juventud enorme y entusiasta bailo con la orquesta de los “Indios Latinos” con Gilberto Rojas, el animador era el entusiasta y recordado Chalo Suarez, estaban también “Fermín Barrionuevo”, “Los Reyes del Mambo”, la decoración chinesca demostraba nuevamente la calidad del Maestro Ciclón. En este ambiente fueron famosos los concursos de bailes con premios a los mejores bailarines, boleros, mambos, guarachas y tangos cantados por Jaime del Rio, con la orquesta “Cossío Matienzo”, quienes interpretaban “Late un Corazón”, “Zorro Gris”, “Adiós Muchachos Compañeros de mi Vida”, “Malena canta el tango como ninguna…”

Frente a todos estos salones de baile tan elegantes de categoría, en la calle Evaristo Valle, estaba la “Boite Suma Aruma” instalada en el patio del Tambo Quirquincho, la cual daba cabida a toda clase de gente, allí se producían los “mas grandes escándalos”, trifulcas, puñeteaduras.

Los vecinos, las damas de la “Liga en Pro de la Moral, el clero, pedían a gritos el cierre de ese salón, los comentarios eran tan grandes que las autoridades tuvieron que tomar cartas en el asunto clausurando ese sitio de diversión y camorras! en una operación policiaca calificada de “película”. La prensa paceña aplaudió la determinación y la Curia Eclesiástica se constituyo en la “Boîte Suma Aruma” para exorcizar el lugar, pues decían que el diablo se había introducido en el centro de la ciudad, los empresarios que a escondidas concurrían a ese lugar de “tan mala reputación” tomaron las de Villa Diego y las “mariposas nocturnas” fueron puestas a buen recaudo para beneficio de la “moral pública”.

Así vivieron los paceños, la década del cuarenta-cincuenta, un tiempo de cambios constantes…Algunos de nuestros abuelos pensaron que esa fue la “época de oro” que jamás se volvió a repetir.

Isabel Velasco


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Derechos de Autor © 2020

Todo el contenido de este blog es propiedad intelectual de Isabel Velasco - isabelvelasco@hotmail.com