4 de mayo de 2009
ES EL MES DE MAYO ..LLEGO LA PRIMAVERA!
Hace muchísimos años, desde el salón de clases, a eso de las cuatro de la tarde, cierto día en el mes de noviembre, mire hacia la ventana y vi caer desde el cielo unos pedacitos de nube, que despacito, silenciosos, lentos se posaban en el pasto, sentí una sensación inmensa de maravilla…. Eso era un sueño, la monja profesora de francés, al ver mi rostro de curiosidad y asombro me dijo conmovida: “Isabel está nevando”.
No pude contener mi alegría, era la primera vez que veía caer nieve, cerca de mi… nevar, ante el asombro de las americanas compañeras de curso salí del aula, corrí al campus y me tire de espaldas en la grama, para sentirla caer en mi rostro, tocarla, enterrarme en ella. Nunca me olvido de ese momento fue incomparable.
Paso la noche, yo no me desprendía de la ventana de aquel dormitorio situado en el tercer piso de aquel edificio tan antiguo, de color ladrillo avejentado por el tiempo, desde 1869, una construcción de antes de la Guerra Civil Americana. El Mount de Chantal Visitation Academy, un santuario con profesoras francesas, donde se respiraba conocimiento, arte, buenos modales y pulcritud… para mí: “el internado donde tenía que vivir castigada por rebelde y por haberme aplazado en matemáticas y castellano en segundo de secundaria”.
Nunca pensé en las buenas intenciones de mi padre de querer darme una “mejor educación” además de aprender idiomas y piano, en esos tiempos “oscuros” de 1964 algo primordial para la educación de una joven que tiene que formar un hogar feliz!
Yo creo que entonces yo era muy niña como para comprender que durante mis quince años de vida, siempre había vivido en La Paz, rodeada de nevados, cuantas veces viaje hacia la Cumbre de los Yungas donde por el camino la nieve blanca se mezcla con las piedras, rocas, restos de vegetación brava, y de algunos riscos bebíamos el agua fresca y cristalina la cual brotaba de las pequeñas vertientes que sin parar forman caprichosos laberintos de hielo a 4000 metros de altitud.
A pesar de esa circunstancia, el hecho esta de que yo nunca sentí caer nieve. Además este sentimiento creo que lo hemos sentido todos, “la primera nevada”, fue algo realmente sureal. Divino!
Mi felicidad al día siguiente fue increíble, todo era blanco, blanquísimo, los arboles, hermosos abetos que se dan en forma espectacular en esa región de los Estados Unidos con las ramas llenas de una capa gruesa de nieve, que no se caía, no se derretía. Las plantas, otros arbolitos, el bosque todo blanco una belleza!
Como en un sueño, pensaba en mi hermosa patria, rodeada de nevados, situada a los pies del Illimani majestuoso, en el horizonte los cerros de formaciones caprichosas, más arriba en el camino pasando por el altiplano la Cordillera de los Andes blanca, increíblemente espectacular, algo que marco mi vida para siempre.
Yo no sé porque me fascine tanto al ver mi primera nevada, si siempre había vivido rodeada de “nieves eternas”, seguramente fue porque me encontraba tan lejos de mi casa, mis padres y amigos.
Mas después de unos cuatro meses de jugar con ella, admirarla, caminar los senderos, tocar los hermosos arboles de incomparable belleza en la región de West Virginia, estado en el cual se encuentran los hermosos bosques de la región de los Apalaches en los Estados Unidos. Tomar fotos de todo eso con mi primera máquina Kodak, la cual solo funcionaba a golpes, congelarme y llegar a desear que el invierno pase como nada en este mundo…como quería que eso termine!. Que llegue la primavera por Dios!
Un sábado, todavía con pedazos de hielo que chorreaban desde los techos en punzantes estalactitas, nieve en las esquinas, ya derritiéndose, desde un banco en el campo de softball donde algunas “americanitas” trataban de mantenerse calientes, de pronto vi una ardilla salir del medio de la nieve…se subió rápidamente en un robusto árbol agarro una avellana de un hueco y se volvió a enterrar en su escondite.
Me quede pensando en lo que acababa de ver, mis ojos se desviaron muy cerca y de pronto divise una plantita verde tan verde, fresca la cual brotaba haciéndose paso en la capa de hielo..Comencé a gritar: “están creciendo plantas del medio de la nieve, la primavera llego…la primavera!!”
Así mismo fue! Las alumnas llegaron a mirar el milagro, así era, no solo una plantita… comenzaron a salir cientos, era el día 4 de Mayo y nunca me podre olvidar de aquel año cuando tuve mi “amor platónico”, mi romance de quince años con la nieve, como termine con ella, la saque de mi corazón…. la pude dejar y me entregue totalmente a mi nuevo amor la “primavera”.
Isabel Velasco.
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Isabel:
ResponderEliminarFelicidades un hermoso articulo, realmente lo tuyo son las letras.
Recibe un fuerte abrazo
De un amigo que te estima,
Isabel:
ResponderEliminarUn hermoso articulo, realmente conmovedor.
Recibe todo mi afecto.
Un amigo que te estima,
Rene
Muy lindo articulo!!!!!!! Felicidades mamita.
ResponderEliminarAndy.