14 de septiembre de 2009

QUE DIA MAS TRISTE, UNO DE LOS PEORES!


Uno de los sueños más grandes de mi vida era viajar al Canadá!! Desde que vi “Rosemary” en el cine, a colores, cuando era muy chiquita, la ilusión mía era mirar esas montañas, contemplar los pinos tan perfectos, esos nevados y que maravilla seria conocer a los de la “Policía Montada” o tal vez encontrarme con un oso de esos de la película! Montar a caballo…sueños locos de una niña romántica! Nunca lo pude hacer.

Mas sin saber como, y aprovechando mi carácter risueño y andaluz, en el verano del 2001 decidí de un momento a otro realizar este sueno mío y en toda su plenitud,.

Aliste mis valijas, anuncie una visita a mi hermano en Washington D. C. y emprendí el viaje con la ilusión mas grande de tomar el AMTRAK para viajar hacia el norte con la posibilidad de unas paraditas extras en los distintos puntos de interés hacia el Norte. Estaba todo “punto caramelo” no había mas que alistar la cámara de fotos y el sueno de mi vida se haría realidad.

Así fue como el 28 de Agosto del 2001, tome el avión desde La Paz hasta Miami, me tocaron unas horas de espera en el aeropuerto de entrada a los Estados Unidos, las que aproveche para llamar a mis amigas en la ciudad del sol eterno y después estaba volando hacia Baltimore, donde me encontraría con mi hermano Mario Velasco. Todo estaba saliendo a pedir de boca. Como “turista” empedernida, por primera vez en mi vida, no tuve miedo al avión. Por irónico que parezca.. Algo a lo que tengo miedo es a subir a un avión, no se por que. Esa vez no! Estaba dichosa! El verano se encontraba en todo su esplendor.

Entonces yo libre y sin ataduras eché a volar
al viento mis ilusiones y llegue a la hermosa ciudad.

Por supuesto esos encuentros con la familia siempre tiernos y llenos de sentimiento estuvieron bellos, miramos fotos, recordamos momentos y así pasaron unos días. La familia de Mario tenía planeado, con anticipación a mí llegada, un viaje a Puerto Rico y me dejaron en su casa junto a “Lana”, una hermosa perra blanca como la nieve, más inteligente que Lassie y digna de todo el cariño del mundo. Ella fue mi compañía y mi guía en las caminatas por el barrio y esas callecitas tan típicas de Washington DC. con sabor a tiempo y a historia.

La noche del 10 de Septiembre estuvimos con unos amigos, recordando nuestras añoradas costumbres, vinieron a la conversación los amigos, las preguntas de rigor, como esta el fulano, que es del zutano, muertos de risa recordando los días de colegio era la noche de la víspera de mi viaje!

Como de costumbre me fui a dormir tarde, la luna esplendorosa, prometía un día espectacular! No se por que contra todo lo acostumbrado dormí muy bien, pero…al amanecer me vi envuelta en una gran pesadilla, el sueño era tétrico, sombras y fuego poblaron mis sentidos, algo me jalaba a la llamas, sentí llorar e implorar por mis padres, en medio de esa confusión de alaridos, pánico y sobresalto, una bendición! El teléfono de la casa sonó y me desperté jadeando asustada, lloraba y gritaba, alce el auricular y un poco confundida pude sacar de mis entrañas el “hola” correspondiente: al otro lado de la línea mi sobrino Chester gritando “tía tía mira la televisión UN AVION SE HA ESTRELLADO CONTRA UNA DE LAS TORRES EN NUEVA YORK!!!!!
OH Dios mío!!! El aparato estaba frente a mi y como el resto de mi pesadilla vi una de las torres gemelas del World Trade Center llena de humo, caí al suelo de bruces y no tardo mas que unos segundos mi vista para ver que un segundo avión se deslizaba como en una copa de crema un cuchillo candente, penetrándola como mantequilla. El horror de la escena sigue en mi mente, la visión de ese momento seguirá perforando los mas tristes recuerdos de mi vida, jamás creí que pudiera ver algo así!

Fue algo tan triste, horroroso y lamentable, que todo el mundo se cayó en llanto y pánico al ver los dos símbolos de la libertad calcinados y poco a poco derrumbados ante el estupor de todos los seres del planeta. Los rostros de la gente que pudo escapar con vida de aquel infierno, el heroísmo de los bomberos, la solidaridad de la gente, las nubes de cenizas que cubrieron todo Nueva York. Son imágenes terroríficas y de coraje que nunca olvidaremos.

No Dios Mío nunca olvidaremos lo que el hombre le hizo al hombre ese día, nunca jamás podremos evitar pensar cuando vemos Nueva York en una película o en una foto, extrañar la presencia hermosa de las TORRES DEL WORD TRADE CENTER que ya no están, que fueron derrumbadas por la maldad y el diablo que hay en todos nosotros.

Por supuesto que ese día cambio el rumbo de mi vida, mi viaje de ensueño no se realizo, el dolor de las personas que caminaban llorando por las calles de Washington y del mundo entero, no me permitió dar rienda suelta a mis ilusiones, estábamos de luto…yo también, por que soy ciudadana del mundo, por que tengo hijos, tengo nietos, tengo recuerdos y tengo anhelos.

Tome el primer avión que “durante esos días se atrevió a volar” y ahí no habían mas de cuatro pasajeros, cambio todo, todo!! Gracias a dios que todavía nos acordamos de esto y podrán cambiarlo todo pero nuestras esperanzas en un mundo mejor lleno de paz y armonía JAMAS.

Isabel Velasco

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